La mirada fija, el corazón en la mano. Un forense anciano lo observa con la curiosidad de un principiante, la mirada tenaz de la primera vez. Un cuerpo de mujer joven, sin vida y sin corazón, yace postrado en su último lecho. Sus cabellos son rojos, un color que sólo puede augurar malos presagios si eres mujer y vives en…