Volvemos a viajar al antiguo Egipto de la mano de Laura di Nóbile, directora de “El Centro Elba” para conocer la necrópolis de Gebelein. Esta sección se emitió en directo el pasado 9 de noviembre de 2021 en nuestro canal de twitch (Edición 470). Puedes escucharla en formato podcast mediante iVoox, Apple Podcasts y Spotify. Comienza en el minuto 36’51. También puedes verlo en YouTube.
En esta edición también entrevistamos al pianista Julio Mazziotti.
La necrópolis de Gebelein
Laura nos lleva a un yacimiento situado al suroeste de Luxor y cuyo nombre significa “las dos montañas”. Se trata de la necrópolis muy poco conocida, aunque si son más famosas sus momias.

Por esta necrópolis de Gebelein han pasado muchos arqueólogos como Gaston Maspero, Eugène Grébaut, Percy Newberry, Georges Daressy… Y en los últimos tiempos, Virginio Rosa y Franceso Ballerini, bajo la dirección de Ernesto Schiaparelli, vinculado al Museo de Turín.
Los enterramientos de Gebelein
Esta zona estuvo ocupada desde Nagada I (4000-3400 a. C.) y en el yacimiento encontramos numerosos yacimientos predinásticos. Estos primeros enterramientos localizados en Gebelein se realizaban en vasos cerámicos, que serán los primeros ataúdes del antiguo Egipto. El cuerpo del difunto se colocaba en posición fetal y no era momificado.
Laura nos explica que con el paso del tiempo, estos enterramientos evolucionaron hasta convertirse en los ataúdes rectangulares más conocidos por nosotros. Poco a poco el ataúd comienza a tener un diseño determinado, de madera y rectangular. Estos ataúdes luego los veremos en el Reino Antiguo de piedra. Además, los difuntos, que al principio eran colocados en posición fetal, poco a poco se fueron extendiendo.
Cuerpos desecados por el desierto
Los cuerpos encontrados en estas tumbas no eran momificados, sino que eran desecados por la propia aridez del desierto. Algunas de estos cuerpos se conservan en los museos europeos, como en el British Museum de Londres, que tiene seis de ellas llevadas por Wallis Budge. Una de ellas, la más famosa, es conocida como “Ginger”.

Estas momias solían estar recubiertas con esterillas y telas, elementos que no nos han llegado debido a su fragilidad. Los cuerpos están conservados de una manera natural, no momificados y conservan en su interior las vísceras. El investigador John Taylor les hizo estudios no invasivos y descubrió las vísceras en su interior e incluso restos de la última comida que hicieron.
Hasta el Reino Medio no podemos hablar de una momificación como la que conocemos. Una momificación que dependía del poder adquisitivo del difunto. El culmen de la momificación se producirá en la XVIII Dinastía.
¡TE NECESITAMOS! HAZTE SOCIO/A DE EL CAFÉ DE LA LLUVIA
La esencia de un medio crítico e independiente son sus oyentes y lectores. Si te identificas con nuestro trabajo y consideras que somos necesarios, hazte socio/a de El Café de la Lluvia. Descubre todos los beneficios y ventajas que tienen nuestras modalidades, entre ellos la de disfrutar de contenidos exclusivos. Pincha AQUÍ para acceder a toda la información.